Con el San Roque quinto y el equipo norteafricano sexto, ni que decir tiene que es el partido de la jornada y posiblemente del futuro inmediato. Si el cuadro de Lobera suma la victoria dejaría al Melilla a seis puntos más el gol average a su favor. Como ven, la importancia es máxima y la tensión se sirve en frío.
La batalla vivida en el Alfonso Murube ha dejado secuelas importantes en el San Roque de Lepe. De momento, Ekedo y Jaume son bajas y eso obliga al técnico a recomponer la convocatoria y el once. Es posible que Germán se tire a la derecha, igual que en Ceuta. Pero cabe, también, que Cheli ocupe ese flanco. Pero colocar a Cheli de lateral sería modificar dos líneas, cosa de lo que no es partidario Sergio Lobera.
Del Melilla decir que viene de ganar en el Carranza, que llega crecido y que la pasada temporada echó de la Copa del Rey al San Roque, aunque luego el conjunto aurinegro se desquitó en la Liga.
Son capaces de lo mejor y de lo peor de una semana para otra y el hábito se pone de su parte, ya que están acostumbrados a jugar por la mañana.
El Municipal será una olla a presión y ese factor ya lo tiene a favor el San Roque. Primero por lo que sufrió en Ceuta, y segundo porque la victoria cotiza en el infinito.
Todo lo que sea sacar el partido de la senda que reclama será una equivocación. Sólo tiene que presidir el fútbol. Y las energías centralizarlas en el terreno de juego. Ceuta debe quedar en el olvido y mandar el presente. Y lo inmediato es una cita de aúpa ante un rival con argumentos impresionantes. Es otro reto. Y ya saben que el San Roque se pone flamenco cuando la meta vale su peso en oro.