Dicen que cuando miras a la vida sonriendo la vida te devuelve lo mismo. El San Roque de Lepe cumple la trigésimo segunda jornada de la Liga y resulta que rompe moldes y pronósticos, tercero en la tabla con la salvación hecha desde hace tiempo, mirando, pues, a las estrellas. Si pintamos así el panorama todo hace honor a la frase que abre esta previa. Pero el asunto es más extenso porque el hombre es inconformista por naturaleza y ahí radica la cuestión. Todos queremos más.
Y dentro de esa supuesta exigencia, la mente te pide marcha y el corazón pulsaciones a mil. Seguramente porque se avisa el final y la meta más grande jamás contada puede ser una realidad de un momento a otro. Hecho el repaso, vayamos con la realidad. Viene el Murcia y no son sólo palabras mayores, sino el mayor escaparate que se puede tener para avisar al mundo que va el San Roque, que se presenta por enésima vez en lo que va de liga, que reclama focos y atención.
El problema es que el equipo de Lobera llega con alfileres en el alma y con cicatrices varias, como consecuencia de la batalla vivida ante el Alcalá, que le dejó una derrota, varios lesionados y dos sancionados. Como pueden observar, el asunto roza lo dramático si no fuera porque el San Roque no tiene lamentaciones pendientes. Así y todo, ante el mejor de la categoría, los aurinegros no se afligen y dicen que el partido hay que jugarlo. Si esa es la interpretación de la plantilla, recogeremos el mensaje y haremos nuestra la bandera del levantamiento.
Para puntuar, el San Roque deberá armarse de valor al mismo tiempo que rozar lo sublime. El Murcia es líder, quiere ser campeón y tiene la amenaza del Sevilla. Si falla en Lepe lo puede pasar mal. Por eso se le espera firme y contundente.
Lobera tiene las bajas seguras de Vidal, Ekedo y Gabri y las dudas de Pau Torres y Julio de Dios. Es posible que tenga que modificar todas las líneas. Lo bueno es que los que menos juegan tendrán una oportunidad de oro. Y tal cual la mentalidad del equipo, seguro que lo aprovechan.
Habrá lleno y la afición ejercerá de número doce. Cuando el Municipal se pone flamenco lleva en volandas a su equipo. En la comunión de los santos está la clave.
