Poco después de las once y media de este domingo, el obispo de la diócesis de Huelva, José Vilaplana, proclamaba oficialmente el patronazgo canónico de la Virgen del Rosario sobre Cartaya y todos los cartayeros durante la solemne misa pontifical que ofició en el templo de San Pedro Apóstol, poniendo fin a años de trámites entre la iglesia y la Hermandad de la que es también alcaldesa perpetua de la localidad.
Durante la misa el pueblo de Cartaya juró fidelidad a su Patrona. La eucaristía, que también estuvo presidida por el canciller del obispado onubense, Manuel Jesús Carrasco, fue cantada por la Coral Santa María de la Merced, titular de la Santa Iglesia Catedral de Huelva. A su término, el obispo de la Diócesis de Huelva también bendijo un retablo cerámico de dos metros de alto que ha quedado colocado a las puertas del templo cartayero.
El decreto con el que de nuevo lo ha confirmado el Vaticano a través del Obispado de Huelva, fue leído al comenzar la misa pontifical, para la que por primera vez en la historia reciente del municipio la imagen de la Patrona fue ubicada en el altar mayor.
Según se quiso dejar claro desde la hermandad, pese a que se tiene constancia de que la Virgen del Rosario es Patrona de la Villa de Cartaya desde 1751, en los últimos años ha habido que realizar de nuevo los trámites para recibir el reconocimiento oficial de dicho hecho, ya que al parecer toda la documentación que así lo acreditaba desapareció en 1936.
Por su parte, el alcalde, Juan M. Polo, ha destacado “la excepcional labor desarrollada por la Hermandad durante muchos años para conseguir el reconocimiento de la Virgen como Patrona de la localidad por parte del Vaticano”.
Ya por la tarde, y tras la misa oficiada en la misma parroquia cartayera, se vivió otro de los momentos importantes de esta celebración con una salida procesional extraordinaria de la Patrona y Alcaldesa Perpetua de Cartaya por las principales calles de la localidad, seguida de miles de fieles.