A nueve días para la comparecencia de los ciudadanos en las urnas, la temperatura en Huelva va subiendo con cruce de acusaciones entre los candidatos y visitas a todos los rincones de la provincia onubense.
El PSOE vuelve a abrir el libro de las promesas, aunque en menor medida que en 2008, como consecuencia de la falta de actuación de las grandes obras que prometió en los anteriores comicios. Queda pendiente los puentes a Punta Umbría, el desdoble de la nacional 435, el AVE, el arreglo básico de las vías de comunicación que unen a la provincia, como por ejemplo la Nacional 431 o la vertebración por ferrocarril. Todo eso lo está utilizando el Partido Popular, con parada y fonda en su discurso con respecto al paro, para poner contra la pared a un partido socialista que insiste en que de la mano de la izquierda le irá mejor a España y por añadidura a Huelva.
Se antoja una losa pesada los cerca de 80.000 parados que tiene Huelva para que el PSOE convenza en su discurso a los desencantados de la izquierda. Ahí está echando el resto los cabezas de lista al Congreso y al Senado por el PSOE, casos de Francisco Bella, Juan Antonio Millán o Petronila Guerrero.
De la misma manera, Fátima Báñez, Matías Conde y Carmelo Romero doblan sus esfuerzos para llegar con el mensaje de convencimiento a toda la geografía onubense. El paso de los días y hasta llegar a la jornada de reflexión, 19 de noviembre, no habrá tregua. España de la juega y Huelva quiere dejar de ser la última de la fila.
