El nuevo entrenador del San Roque, Manolo Zúñiga, ya se deja notar. El técnico manchego ha dotado de máxima intensidad al entrenamiento de hoy, nada que ver con la toma de contacto del pasado martes en el primer entrenamiento de la pretemporada. Zúñiga ha tratado de motivar en el trabajo a la plantilla, con una veintena de componentes entre fichajes y jugadores que tiene el cartel de transferibles por estar fuera del alcance presupuestario de los aurinegros.
El expreparador del Puertollano mostró todo su carácter durante la sesión matinal, con una expresividad propia del final de temporada. Las exigencias de Zúñiga prácticamente desde el primer día no impiden a los jugadores tener contacto con el balón. De hecho y pese a que la preparación apenas está desarrollada, ya han disputado un primer partidillo a medio campo. El cuerpo técnico sanrroquista pretende que el equipo lepero tenga un buen trato del balón. La presión y el trabajo específico de los porteros, ambos cedidos por el Recre, Sergio y Ricardo, fueron también contenidos de un entrenamiento que ha sorprendido a los aficionados que ya se desplazan al Ciudad de Lepe deseosos de ver lasa líneas maestras del nuevo San Roque.
El otro centro de atención está en el mercado. El club aurinegro deba realizar aún entre ocho y diez contrataciones. Será una menos si Fran Lepe continúa. El jugador cedido en la segunda parte de la pasada temporada por el Sevilla tiene posibilidades de seguir. Están fuera de los planes de los dirigentes Carles Marc, Rojas, Antelo, Madruga, Melchor, Ekedo, Chapi y Urko Arroyo, a pesar de tener contratos en vigor. Los tres últimos ni siquiera se entrenan, con permiso de la entidad, mientras buscan una salida.
El Recreativo, por su parte, está dispuesto a ceder a más jugadores para que jueguen a Segunda B, aunque no habrá noticias entes sentido mientras el Decano siga concentrado en Covaleda. El regreso está previsto para el lunes. El Recre, precisamente, visitará al San Roque en partido amistoso el 8 de agosto. Para entonces, Zúñiga espera disponer, al menos, de un once de garantías.
El equipo de Sergi Barjuan volverá a jugar en el Ciudad de Lepe tres días después, en este caso para enfrentarse al filial del Real Madrid, el Castilla.
