Aceptación en la calle tras la entrada en vigor de la nueva ley Antitabaco

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Es el tema de conversación más recurrente en barras y terrazas de empresas hosteleras. Con el nuevo año se estrena también la prohibición de fumar en una innumerable lista de lugares. Los más polémicos, los bares.

Tras la tormenta, no obstante, como suele decirse, siempre llega la calma. En este sentido, los ánimos de los fumadores más contrarios a la norma hace unas semanas, parecen haberse templado. Por lo general, aceptan la nueva ley. Son conscientes dicen, de que su vicio es nocivo para la salud y no tienen por qué perjudicar a los demás. Es éste el argumento de los más resignados, otros, por el contrario, ven la ley demasiado restrictiva. “Los fumadores se encuentran estos días perseguidos”, decía esta mañana una señora en la terraza de una céntrica cafetería de Lepe.

Por otra parte, los dueños de los establecimientos hablan de normalidad. “Siempre hay algún despistado que esta mañana encendía un cigarro sin acordarse de la prohibición, pero por lo general la gente se está adaptando a la normativa bastante bien”, explicaba Rigoberto, dueño de un bar de Lepe.

Así, a pesar de las voces en contra, la nueva ley antitabaco ha llegado y parece haberlo hecho para quedarse.

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