La alegría y el color presidió en Gibraleón el tradicional pasacalles con el que jóvenes y adultos festejan el Carnaval en la localidad.
Como viene siendo habitual, el sábado carnavalero de tradujo en calles tomadas por el colorido de quienes dan rienda suelta a la imaginación para postrarse a los pies de Don Carnal.
A las cuatro de la tarde se inició el citado desfile carnavalero, que llenó las calles de disfraces y que este año partió desde la barriada Cruz de Hierro. Y es que en cada ocasión es distinto el punto de partida.
La alcaldesa de la localidad, Lourdes Martín, se ha mostrado muy satisfecha de la amplia acogida que ha tenido, un año más, este pasacalles.
Y es que, tal y como ha destacado, las calles llenas de alegría y color ponen de manifiesto que Gibraleón también es una localidad carnavalera.
