Arropada por sus hijos de Cartaya, la Virgen de Consolación bajó este domingo, un año más, a su pueblo. Así lo establece la tradición y así lo ansiaba la feligresía cartayera después de un año de espera.
En medio de continuos vivas hacia la Madre y Protectora, la Virgen fue llevada en un hermoso paso que fue exornado para la ocasión con orquídeas y clavellinas, entre otras flores.
La imagen que se trasladó hasta la parroquia de San Pedro Apostol, recorrió las diferentes calles de la localidad arropada por un gran número de vecinos y fieles a dicha imagen.
La bajada de la Virgen de este domingo tuvo lugar después de que el viernes se llevase a cabo en la ermita el tradicional traslado a su paso. Los actos comenzaron con la oración al Dulce Nombre de María ante Consolación, tras lo que se llevó a cabo el traslado en andas hasta el paso.
Además, también tuvo lugar ese día la exaltación mariana en honor de la Virgen, a cargo de Manuela Romero.
La hermana mayor, Carmen Romero, destacó por qué había sido Manuela la elegida.
El acompañamiento musical corrió a cargo del Grupo de Cámara Santa Cecilia.
El alcalde, por su lado, quiso felicitar a la Hermandad por el trabajo que lleva a cabo a lo largo de todo el año.
También el pasado fin de semana se llevó a cabo la Tradicional Velá de Consolación.
