La entidad aurinegra vive en una eterna confusión desde hace varias semanas. Existen varios frentes abiertos, uno apunta directamente al entrenador, del cual existen dudas sobre si será capaz o no de revertir la situación deportiva del plantel. Por otro lado se apunta a los jugadores, se empieza a dudar si lo fichado tiene la valía que en un principio se había estipulado. La buena pretemporada hace desconfiar aun más sobre todo ello, por lo que desde ahí se empieza a apuntar hacia la actitud, quizás los jugadores no estén remando en una misma dirección.
El vestuario del CD San Roque de Lepe no es uno cualquiera. Hoy en día conviven en él diferentes culturas y muchos egos, situación que no está ayudando a la hora de encontrar resultados positivos.
Esta semana los grandes cargos del CD San Roque de Lepe tiene planificada una reunión para conocer opiniones sobre todos los focos abiertos. De ahí saldrá la confianza hacia Alejandro Hornillo y hacia algunos jugadores de la plantilla sanroquista que por el momento no parecen estar totalmente comprometidos con el proyecto.
Sea como fuere, la entidad lepera sabe que tienen hasta enero para dar bajas y altas y que aun queda mucha liga para reconvertir la situación y luchar por el objetivo marcado, las cuatro primeros posiciones.
