A pesar de haber contado con un verano entero para elaborar un gran proyecto deportivo y de establecer una plantilla joven que se vendió como opositora a los puestos altos, el San Roque de Lepe tiene a estas alturas del campeonato 12 puntos menos que la pasada campaña, cuando se planificó una plantilla deprisa y corriendo con una media edad mucho más veterana.
Junto a ello, el paso de dos entrenadores también han marcado el devenir de la 2017-18, con `Chiqui´ en un comienzo, Cándido Rosado después y Antonio Rueda a poco del parón navideño. Muchas idas y venidas que han cuajado negativamente en una plantilla que no contaba con experiencia en la categoría y necesitaba de un rumbo fijo en Tercera División. Junto a ello, la falta de competencia en todas las demarcaciones ha consolidado un equipo titularísimo, con un desequilibrio monumental cuando faltaba algunos de sus puntales.
Temporada de autocrítica y aprendizaje para cuerpo técnico y dirección deportiva de cara a la próxima 2018-19, cuando la entidad debe aprender de los errores cometidos durante esta campaña.
