El pasado jueves dio comienzo en Cartaya los actos y cultos de la Virgen de Consolación, que continuarán celebrándose hasta el segundo fin de semana de septiembre.
Hasta el momento, los actos más destacados han sido el traslado de la Virgen de Consolación al paso, el pasado viernes en la ermita. Ese mismo día se rezó el Rosario ante la Titular, y Antonio Gómez Revuelta acompañó las distintas secuencias con intervenciones literarias de exaltación a la Virgen.
Y ya en la tarde de ayer tuvo lugar un momento muy emotivo y esperado: la “bajada de la Virgen” o traslado popular a la parroquia, partiendo en procesión desde la ermita. El trayecto siguió el recorrido tradicional, desde la calle Santa María de Consolación, de la Plaza, Plaza Redonda y entrada en el templo.
Carmen Romero, presidenta de la Hermandad de la Virgen de Consolación, compartió la devoción del pueblo de Cartaya.
Manuel Barroso, teniente de alcalde en el ayuntamiento de Cartaya, aseguró que los actos y cultos de Consolación ponen fin al verano en la localidad de la mejor manera.
La procesión estuvo acompañada por la Banda del Ateneo Musical de Cartaya. Como es costumbre, el paso fue exornado con flores de tonalidad rosa, color por excelencia de la advocación. Y la Virgen de Consolación estrenó un manto realizado en un rico tejido del siglo XVIII, en brocado de oro y sedas sobre fondo blanco.
