Gibraleón camina ya hacia la aldea almonteña. Tras la tradicional misa de romeros, que se inició a las ocho de la mañana en la plaza de España, la hermandad desfiló por algunas de las calles de la localidad llevando la alegría y el colorido habituales.
La filial olontense, la número 24, llegará en la tarde de mañana al Rocío después de un camino en el que no faltará la devoción a la Blanca Paloma.
En este caso, la olontense Socorro Soriano ejerce como hermana mayor, mostrándose muy ilusionada ante la importancia de dicho cometido.