Almonte ha vivido hoy uno de sus momentos más amargos en mucho tiempo. Cientos de hombres y mujeres han querido dar su últimos adiós a Miguel Ángel y María, el padre y la hija que fueron hallados muertos este lunes con signos de violencia en su vivienda, según informó Condavisión.
Hasta el Tanatorio se trasladaron entre 600 y 700 vecinos de la localidad, según señalaron fuentes policiales, para acompañar a los familiares y amigos de los fallecidos, que este miércoles han recibido sepultura.
Entre los familiares de los fallecidos se han vivido escenas de gran dolor, especialmente por parte de Marianela, madre de la niña fallecida y mujer del padre de la menor, con quien había iniciado los trámites de separación.
La sala del Tanatorio donde se ha celebrado el funeral estaba char(39)completamente llenachar(39), así como también el aparcamiento de estas instalaciones, lo que ha llevado a que un terreno colindante de una finca haya servido como aparcamiento improvisado.
La autopsia realizada este martes al cadáver del padre ha revelado que las heridas de arma blanca que presentaba no son compatibles con las provocadas por un suicidio, según han indicado fuentes cercanas a la investigación.
Estas conclusiones vienen a apoyar la hipótesis de los investigadores de la Guardia Civil, quienes este martes descartaban la teoría inicial centrada en el posible parricidio y que apuntaba a que el hombre habría matado a su hija y después se habría suicidado.
La Guardia Civil, nada más producirse este vuelco en la investigación, ha intensificado sus gestiones con el apoyo de agentes desplazados desde Madrid.
No obstante, y pese a que han sido tomadas diversas declaraciones, hasta la fecha no se ha registrado ninguna detención en relación con este caso.
