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Cientos de cartayeros siguen en procesión a la Virgen de Consolación

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Cientos de cartayeros se echaron anoche a las calles de la localidad para acompañar a la Virgen de Consolación en la celebración de su “Dia Grande”, durante la procesión de Subida desde la parroquia de San Pedro Apóstol hasta la ermita que lleva su nombre.

De esta forma, la alegría y la tradicional devoción hacia la Virgen de Consolación se puso de manifiesto un año más con la numerosa asistencia de fieles a una procesión que brilló con luz propia y que puso punto y final a todo un conjunto de actos religiosos que se han venido sucediendo durante los últimos quince días, a partir del último domingo de agosto.

Tras una intensa jornada que abrió a las once de la mañana la Solemne Función, la imagen de la Virgen recorrió las plazas Redonda y Larga y la calle Santa María de Consolación que, desde el centro de la localidad condujo a la Virgen hasta su ermita, ubicada a las afueras del casco urbano de Cartaya. Fue un emotivo itinerario en el que no faltaron balcones engalanados, pétalos de flores al paso de la imagen, y acompañamiento musical con letras dedicadas a la Virgen. Especialmente emotivas fueron las sevillanas que interpretó, al paso del cortejo por la calle Santa María, el joven grupo cartayero ‘Paso a Paso’ dedicadas a la Virgen y con letra de Emilio Palacios.

La comitiva oficial, integrada por la Junta de Gobierno de la hermandad, el cura-párroco de la localidad, y los representantes de la Corporación Municipal, venía acompañada por numerosas hermanas de mantilla, que acompañaron a la Virgen en su recorrido y llenaron de colorido el itinerario. La Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor se encargó del acompañamiento musical, al igual que ocurrió en la procesión de “Bajada” y el paso fue exornado, como manda la tradición para la “Subida”, con nardos crudos donados en los días previos por los cartayeros.

Destacar, entre las novedades, el estreno de la vestimenta del niño, que lució un vestido con bordados en oro sobre tul, del siglo XIX, donado por la Asociación de Amas de Casa de Cartaya y reformado por Leonor Santos Palma, así como el descubrimiento de un azulejo con la imagen frontal de la Virgen sobre fondo celeste, colocado sobre el muro lateral de la ermita, donado por la familia Ramos Rivera, y obra de Joaquín Soriano, de Benacazón (Sevilla).

No faltaron los fuegos artificiales ni la tradicional puja de maniguetas, acto popular con siglos de historia, en el que se subastaron cada una de las 14 maniguetas del paso para la entrada en la ermita, que tuvo lugar pasadas las 00:30 horas de la noche.

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