Es curioso lo del Ayamonte. Cuando más se empeña en salir adelante con los medios que tiene, más problemas se le ponen en el horizonte. El último disgusto, el despido de los jugadores, sin consentimiento del entrenador, que incluso barajó la opción de marcharse. Recondujo su postura y finalmente se sentará en el banquillo ante el San Fernando.
No está para trotes institucionales la entidad de la Puerta de España. Desde que aterrizó Juan Morales en la presidencia, todo han sido trampas y tormentas. Menos mal que el equipo está compitiendo con naturalidad, cumpliendo objetivos y metas.
El reto que se le presenta es de altura máxima, el San Fernando, probablemente el conjunto más poderoso de la Tercera, segundo en la tabla y aspirante al ascenso. Para combatir todo eso, el cuadro fronterizo precisará alinearse con su mejor versión de siempre y tener a todos los dioses de su parte. Sólo así podrá aspirar al triunfo.
Por lo que respecta al Recre B, viaja a San Roque y el objetivo es borrar el mal sabor de boca que le dejó el Coria. El conjunto de Rosado, inmerso en la irregularidad, precisa golpe de mano para creer en la doctrina que predica. Le espera un rival que le empata a todo en la tabla y que en su campo es un auténtico fortín.
