El Barcelona le dio un repaso al Real Madrid en la final de la Copa de Campeones de Juveniles de División de Honor y se adjudicó el trofeo en medio de un reconocimiento unánime al juego azulgrana. 3-1 fue el resultado final de una cita que congregó en el Ciudad de Lepe, de nuevo, a lo más granado del fútbol nacional.
Rafa Alcántara, hijo de Mazihno, se erigió en la figura de la final en la que pasó desapercibido Jesé, el Cristiano Ronaldo chico que sólo brilló el día del Villarreal. Rafinha se apoderó de la magia y catapultó a su equipo a la victoria. Esta vez no tuvo el acompañamiento de Gerard, ni falta que le hizo. El sólo se encargó de engullir al Madrid, del que se esperaba mucho más en la gran cita de la final.
El Barça, fiel reflejo del juego de los mayores, apostó por la misma filosofía y eso le condujo al éxito, lo que prolonga la tormenta perfecta que le llueve en lo que va de temporada al conjunto madridista.
