Los actuales responsables del Club Deportivo San Roque de Lepe se afanan en las últimas en calmar los ánimos en torno a la entidad después del varapalo que supuso la derrota frente al colista, el Betis B, en el Municipal lepero y las reacciones posteriores. La permanencia depende de un milagro. Quedan cuatro partidos y la desventaja con respecto al puesto de promoción es de seis puntos.
Aun así, el club lepero trata de volver a la normalidad 48 horas después de la gran decepción. “No por el simple hecho de que algunos la tomen con una ventana vayamos a culpar a toda una afición. Mientras haya vida, hay esperanza. ETERNO”. Éste es el último mensaje difundido por la entidad que preside Rafael Mendoza.
En él se hace alusión al acto de vandalismo que acabó tras el partido con una ventana rota de las oficinas del San Roque. También después del doloroso 0-3, el director deportivo, Manolo Santana, pidió perdón por sus errores al tiempo que denunció insultos por parte de algunos integrantes de la grada aurinegra. Contra todo ello, el club lepero vuelve a apelar a la unión, al menos mientras quede un resquicio para las esperanzas matemáticas.
El San Roque tiene una nueva cita el próximo domingo, a partir de las 18.00 horas en el campo El Mayayo de Sangonera La Verde. Allí le espera el UCAM Murcia de Luis García Tevenet. El conjunto de la Universidad Católica tiene un punto menos que los hombres de Alejandro Ceballos y también aspira al milagro.
