Sigue la maldición para el San Roque de Lepe en tierras murcianas y eso que en Lorca tenía una oportunidad de oro para romper el maleficio. Por una parte, el rival, asustado y en el apuro clasificatorio. A eso hay que sumar que era un escenario perfecto, grande y en buen estado, y que la moral estaba por el cielo por los resultados y por el momento de forma del equipo de Lobera. Pues bien. Otra vez pinchando en hueso. Porque es posible que la sensación sea de satisfacción a medias por el punto pero lo cierto es que la intención era otra bien distinta: la victoria para despegar del todo.
Esta vez fue un San Roque torpe en el pase y descuadrado en el dibujo en el momento cumbre del partido. A pesar de haber ensayado durante toda la semana las virtudes del rival, para contrarrestarlas, el juego aéreo, a la primera que tuvo el Lorca la enchufó en la portería de Pau. Todo lo demás fue navegar contracorriente y con la sensación de que se repetía lo de Écija. Afortunadamente el resultante fue distinto.
Tercero
Deja el partido de Lorca la impresión de que el San Roque ha desperdiciado una gran oportunidad para despegarse de los lobos que le acechan, de los favoritos que andan en la cabeza de la tabla. Lo bueno es que consume otra jornada y no se baja del pedestal y ahora, que tiene que recibir al Caravaca y viajar a Jumilla, el horizonte se dibuja de esperanza porque son dos rivales asequibles siempre y cuando el cuadro de Lobera recupere la chispa que casi siempre le ha distinguido. Los empates de Sevilla Atlético, Ceuta y Cádiz le alivian el equipaje al San Roque, pero comparece como amenaza el Roquetas, que se pone con 36 puntos.
