La cuestión radica, según el entrenador, Sergio Lobera, en ir poniéndose retos semana a semana, sin pasarse ni un milímetro. No está mal el asunto porque todo lo que sea soñar más de la cuenta podría llevar al San Roque a la confusión, con todo lo que eso conlleva. Pero resulta que el cuadro de Lobera se enfrenta al Jumilla; estación: Murcia, donde el equipo aurinegro tiene varias cuentas pendientes. De hecho, allí no ha ganado ni la pasada temporada ni en la presente, es decir, agua toda la vida. Y para colmo, es la última oportunidad que tiene para hacerlo en el presente campeonato. Si quieren, le pueden añadir que el San Roque defiende la tercera plaza, palabras mayores tratándose de la vigésimo quinta jornada.
Así las cosas, el San Roque enfrenta el partido como si tuviera delante al líder y no al colista. Porque el rival, en la agonía pero con un hilo de vida, se presentará en el escenario con la intención de explotar sus virtudes, que las tiene, al menos en el juego directo, arma que le ha causado muchos problemas al conjunto lepero. Miren Écija y Lorca.
Los primeros minutos serán cruciales y por lo tanto la concentración debe ser canela pura. Cualquier distracción podría desembocar en un dolor de cabeza que pasaría factura el resto del partido.
Expuestos los asuntos varios y todo en consonancia con lo que puede ser, vayamos con lo tangible. Julio de Dios es baja por acumulación de amonestaciones y Cheli vuelve a la convocatoria y al once. El volante derecho del San Roque está siendo un pieza básica en el dibujo de Lobera y en Jumilla será fundamental su juego para abrir el campo, que los locales suelen estrechar de forma extraordinaria.
Queda la duda de los africanos por su estado físico después de jugar con sus selecciones. En todo caso, Lobera tendrá que volver a dejar uno fuera de la convocatoria al contar con 17 y es posible que en esta ocasión no repita Juanje, damnificado las dos últimas jornadas.
En el último partido fuera, Lobera dejó sin efecto el tridente que, con la incorporación de Fernando, suele alinear en casa. En Jumilla, por los apuros del rival, es posible que le baste con un atacante para potenciar la segunda línea por el centro donde podría meterse Gabri. Todo eso lo descubrirá el partido.
Es la última posibilidad de ganar en Murcia en la presente edición de la liga. Pero más que eso, que también, interesa la victoria porque seguiría alimentado el sueño de grandeza. Sólo por eso, el San Roque debe salir a comerse el mundo. Y se de paso se come al rival, el viaje habrá merecido la pena.
