Restan catorce partidos para la finalización de la temporada en Segunda B y el San Roque de Lepe, aunque no lo diga públicamente, ya hace cábalas para lo que resta de Liga.
El equipo aurinegro jugará siete partidos en casa y siete fuera, por lo que por ese lado, todo indica equilibrio. Desgranando el asunto y haciendo parada en los partidos en teoría más complicados, asomarán en el Municipal adversarios como Murcia, Roquetas, Jaén y Ceuta, todos ellos rivales directos a día de hoy. Mientras, fuera del Municipal se medirá a enemigos como Sevilla Atlético, Cádiz y Polideportivo Ejido, aunque éste último no está para muchos trotes por los problemas que acumula en el aspecto económico.
Además, el conjunto de Lobera debe completar el calendario ante Jumilla, próxima salida, Alcalá en Sevilla, Almería B, también fuera, Yeclano, en el Municipal y Estepona a domicilio. Estos rivales, a día de hoy, luchan todos ellos por no perder la categoría.
La tranquilidad, al menos en principio, se cuela porque el San Roque siempre ha rendido a gran altura ante los rivales más cualificados de la categoría. De hecho, sólo ha perdido en Jaén cuando debió ganar el partido por un amplio margen. Empató en Murcia y Ceuta y venció al Cádiz, Ejido, Sevilla y Roquetas, todos ellos de la parte alta de la tabla clasificatoria.
En principio, la mayor dificultad para el equipo lepero se centra dentro de tres semanas, justo cuando tenga que rendir visita al Sevilla Atlético, ya que seguidamente tendrá al Roquetas en el Municipal, jugará en Carranza ante el Cádiz y recibirá al Jaén, ya sin Añete, que se ha comprometido con el Ceuta para lo que resta de temporada. Por cierto, de seguir así el desarrollo de la Liga, el partido ante los ceutíes, de la última jornada de Liga, con la clasificación para la fase de ascenso en juego, puede ser de infarto, no sólo por el potencial del rival, sino por lo que aconteció en el partido de la primera vuelta disputado en el Alfonso Murube.
