El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, se marcha. Abandona el cargo. Este miércoles anunciará, durante el comité director del PSOE-A, que en el próximo mes de septiembre dejará la presidencia del Gobierno autónomo
Y lo dirá además justo el día en que el PSOE andaluz ratificará a la consejera de la Presidencia, Susana Díaz, como próxima candidata a la Junta, según ha adelantado Luís Barbero en la edición digital de El País.
Aunque en el entorno de Griñán se insistía en que el presidente tenía "ganas" de agotar la presente legislatura, el también presidente federal del PSOE puso en marcha el proceso de su propia sucesión hace menos de un mes. Fue durante el debate sobre el estado de la Comunidad, donde anuncia que no volvería a repetir como cabeza de cartel con vistas a las próximas elecciones autonómicas.
De forma "precipitada", según reconocieron algunos militantes, el partido puso en marcha seguidamente el proceso para la celebración de elecciones primarias que eligieran el candidato a suceder a Griñán. De los cuatro aspirantes, solo Susana Díaz logró hacerse con el apoyo necesario.
La consejera, que reunió cerca de 22.000 avales logró el respaldo del 50% de la militancia del PSOE andaluz.
Y en los últimos días, se disparaban los rumores sobre la marcha de Griñán de la presidencia de la Junta antes de marzo de 2016, fecha establecida para los próximos comicios andaluces.
A algunos observadores, entre ellos al propio Barbero, no ha pasado desapercibido el hecho de que el anuncio de Griñán se producirá, además, en vísperas de la declaración ante la juez Mercedes Alaya, instructora del caso de los ERE fraudulentos, del ex interventor general de la Junta de Andalucía, Manuel Gómez.
Y es que este testimonio se considera clave para el futuro procesal de Griñán, ya que la Intervención hizo varios informes en los que alertaba del procedimiento irregular con el que se daban las ayudas cuando el presidente de la Junta de Andalucía era consejero de Economía y Hacienda.
¿Que dirán ahora quienes aseguraban a diestro y siniestro que a Griñán se le veía con ganas y decidido a agotar su mandato?
