Se va, pero no del todo. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que ha descartado hoy la convocatoria de elecciones anticipadas en Andalucía, ha confirmado que dimitirá de su cargo al frente del Gobierno andaluz, a finales de agosto, pero no se retira de la política.
Es decir, asegura que mantendrá su cargo como presidente federal del PSOE y el de secretario de los socialistas andaluces.
En una comparecencia pública ante periodistas, Griñán ha señalado que son diversos motivos los que le han empujado a marcharse, si bien los más "determinantes" son de carácter personal y familiar.
De igual modo, ha destacado que también ha pesado el hecho de que, una vez finalizado el proceso de primarias en el partido, cree que hay que dar paso a un gobierno "fuerte, renovado y que permita dar estabilidad".
Con relación al caso de los ERE fraudulentos fraudulentos de la Junta, Griñán niega que dicho asunto haya pesado en su decisión, aunque ha reconocido que en lo personal le ha afectado, especialmente "todas las mentiras que se están diciendo", pese a que "no hay razones jurídicas ni jurisdiccionales para imputar al presidente de la Junta".
Mientras tanto, el anuncio de la marcha de Griñán sigue provocando un sinfín de reacciones por parte de responsables de diversas formaciones políticas. Así, la presidenta de UPyD, Rosa Díez, ha dicho que el presidente de la Junta “ha engañado” porque dijo que iba a "mantenerse en el Gobierno todo su mandato y ahora anuncia elecciones y nombra a una sustituta de su propio gobierno".
En una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, Díez ha señalado que el problema que existe en nuestro país es que los políticos no son sinceros, y que "la gente se siente engañada", y ha citado como ejemplos no sólo el caso andaluz, sino también lo ocurrido en Madrid y en la Comunidad Valenciana cuando sus presidentes, Esperaza Aguirre y Francisco Camps respectivamente, abandonaron el gobierno nombrando sucesores.
