El concejal delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Isla Cristina, Federico Vaz, ha sido uno de los ponentes que han participado en el taller denominado ‘La experiencia local andaluza en la creación de espacios para la movilidad sostenible’, incluido en ‘Velocity’, considerado el mayor evento internacional sobre la bicicleta como medio de transporte urbano que se celebra en la actualidad y que este año tuvo lugar en Sevilla.
Vaz explicó en dicho foro la experiencia de Isla Cristina tras la puesta en marcha del carril bici de más de 6.000 metros de longitud que fue inaugurado el pasado verano y que, según resaltó, es utilizado por un número de usuarios cada vez mayor.
A este respecto, defendió el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible y saludable y recordó que, según las últimas estimaciones, más de la mitad de las emisiones de CO2 en Andalucía están ligadas al consumo energético en la vida cotidiana, sobresaliendo el tráfico como el sector que más contaminación aporta a nuestra atmósfera.
Además, el concejal ha defendido la utilización de la bicicleta por ser el medio de locomoción más rápido para trayectos cortos, los más frecuentes en las ciudades.
De igual modo, debido al alto valor paisajístico y natural de Isla Cristina, con este proyecto se facilita hacer turismo ornitológico a través del tramo de carril-bici que conectará la ciudad con las marismas.
Basado en el Programa de ‘Sostenibilidad Ambiental Urbana Ciudad 21’, aprobado por la Junta de Andalucía dentro de la estrategia andaluza ante el cambio climático, el Ayuntamiento isleño obtuvo una subvención de alrededor de 426.000 euros para la construcción del trazado del citado carril-bici dentro del proyecto ‘Isla Cristina Ciudad Sostenible’.
El nuevo carril-bici tiene doble sentido en toda su trayectoria, contando con una anchura de 2,25 metros, que transcurre íntegramente sobre un terreno totalmente llano.
Está separado del tráfico rodado a partir de unos mojones separadores y totalmente identificado con una pintura reflexiva especial que permite la comprensión de las marcas viales correspondientes por parte de ciclistas, peatones y conductores. Asimismo, en algunas partes del recorrido, se han colocado unos badenes y se han estrechado las vías de tráfico rodado en puntos concretos para provocar la reducción de velocidad en el tráfico y así alertar al conductor de la presencia del carril-bici a través de la señalización necesaria.
