Cuando se cumplen tres días de la desaparición de los niños José y Ruth en Córdoba continúa sin haber rastro de su paradero. Las novedades del caso están en la declaración realizada, de forma voluntaria al parecer, por el padre, así como la toma de declaración a otros dos familiares más, un tío y la abuela paterna de los pequeños. Tras la toma de declaraciones, la Policía Científica, ayudada por perros especialistas, ha rastreado de manera minuciosa una casa de campo situada en el polígono Las Quemadas de la capital cordobesa, pero sin éxito. Según fuentes que citan a la Policía, las opciones de encontrar a los niños con vida comienzan a reducirse. El periódico El Mundo ha asegurado en su edición digital que la Policía ha encontrado un cuchillo y cinta aislante en el coche del padre, pero éste no se encuentra detenido y ha acompañado a los agentes en el registro que se realiza de una finca de sus padres, de unos 1.500 metros cuadrados Las investigaciones se están centrando en el entorno familiar del padre, sobre todo después de que la madre de los dos niños de Huelva, José de dos años y Ruth de seis, interpusiera una denuncia contra su todavía marido por presunto maltrato psíquico. Según fuentes policiales, esta denuncia fue interpuesta el mismo sábado y confirma que las relaciones entre ambos progenitores no eran buenas, tal como en un principio se había dicho.
La Polícia tiene abiertas todas las hipótesis, pero la investigación se dirige de manera principal a la posibilidad de que los niños hayan sido ‘utilizados’ en la disputa entre el matrimonio, que estaba en trámites de separación. Hay algunas lagunas en las declaraciones del padre, José Bretón, que fue el que había denunciado la desaparición de los dos críos mientras jugaban en un parque de Córdoba, hasta donde se habían desplazados los niños para pasar el fin de semana con la familia paterna. La Policía, por el momento, no tiene confirmación por otras personas de que los niños hubieran estado en el parque. No se ha encontrado ningún testigo que los viera en el lugar donde el padre asegura haberlos perdido de vista.
