El preocupante estado en el que se encuentra la parroquia Santo Domingo de Guzmán de Lepe ha logrado reunir, en torno a una mesa, a diferentes colectivos para intentar encontrar una solución para la restauración del templo, que tiene algunas zonas muy afectadas, una de ellas, el sagrario donde se encuentra ubicada la virgen de la Bella, aunque los expertos han manifestado que no hay riesgo inminente. Eso sí, tiene que estar arreglado antes que lleguen las lluvias.
Feliciano Fernández Sousa, párroco de Lepe, entabló conversaciones en un principio con los técnicos del Ayuntamiento. Pablo Méndez, arquitecto municipal, asumió el mando de las operaciones, hizo balance, y poco después se puso en conocimiento de las hermandades y del Obispado. El máximo organismo eclesiástico de Huelva dejó claro que no había presupuesto inmediato para el arreglo, que Lepe se tenía que poner en cola.
Así la situación, Feliciano convocó a diferentes estamentos de la sociedad de Lepe para poner en conocimiento de todos los colectivos la situación real de la iglesia. El caso es que se acordó, en una de las reuniones, formar una comisión que se ponga manos a la obra de forma inmediata. Se trata de recaudar fondos para poder realizar las obras. Y urge la del sagrario, aunque la intención es arreglar todo el edificio en su conjunto.