A escasos kilómetros de la frontera hispano-lusa entre Ayamonte y Vila Real de Santo Antonio disfrutan de sus vacaciones estivales los principales mandatarios de Portugal: el primer ministro, Pedro Passos Coelho, y el presidente de la República, Anibal Cavaco Silva.
Esta circunstancia ha sido aprovechada por miembros de la Comissão de Utentes da Via do Infante, es decir, de la comisión de usuarios de dicha autovía, para mostrarle lo más cerca posible su rechazo al peaje puesto en marcha el pasado 8 de diciembre, y que ha reducido el tráfico rodado en la misma en más de un 50%, amén de provocar pérdidas al sector turístico y comercial a ambos lados del Guadiana.
Ni cortos ni perezosos, activistas de dicha comisión se personaron junto a la casa de vacaciones de Passos Coelho en Manta Rota para entregarle este domingo un manifiesto al presidente. El documento incluía fotos de los últimos accidentes de tráfico ocurridos en la Nacional 125, donde el número de vehículos se ha disparado desde la puesta en marcha del peaje en la autovía.
Sin embargo, agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) se lo impidieron. “Portagens na Via do Infante é um roubo”, corearon los participantes en dicha protesta.
La otra protesta consistió en una ‘vigilia’, en la noche del sábado, junto a la casa que habita Cavaco Silva, al que enviarán una carta por correo certificado, en Praia da Coelha.
