¿Crisis de gobierno en septiembre? Todo hace indicar que sí, y en las quinielas sobre quienes saldrían o entrarían en el nuevo gabinete que liderará Susana Díaz hay coincidencias, especialmente con relación a los consejeros que dejarían de serlo una vez que la sustituta de José Antonio Griñán tome asiento en el Palacio de San Telmo.
La dimisión de Griñán se formalizará en el Consejo de Gobierno del próximo 27 de agosto, tras lo que la todavía consejera de Presidencia será investida como presidenta de la Junta gracias al apoyo del socio de gobierno (IU), que lo seguirá siendo según han anunciado ya algunos de sus principales responsables.
Hasta entonces, Díaz cuenta con unos dos meses para reflexionar sobre quienes quiere a su lado y quienes no en el nuevo organigrama del Gobierno andaluz.
Según se señala en el entorno de la nueva presidenta, lo más inmediato será alejarse cuanto antes de la ‘peor herencia’ que le deja Griñán: el escándalo del fraude de los ERE. Por ello, dos de los consejeros cuya salida parece más que probable serían la de Hacienda, Carmen Aguayo, y el de Economía, Antonio Avila.
Martínez Aguayo, viceconsejera de ese departamento cuando su titular era Griñán, entre 2004 y 2009, es otra de las personas, junto al propio Griñán, que con toda probabilidad resultará imputada por la jueza Mercedes Alaya.
En marzo de 2011, la consejera dijo que recibió informes de la Intervención General que alertaban de graves deficiencias del procedimiento para la concesión de ayudas sociolaborales, pero aseguró que no los elevó a Griñán. Para muchos, se trató de un intento de salvar al presidente de la Junta para cargar Martínez Aguayo con la responsabilidad de tal afirmación. También añadió en dicha declaración que Intervención emitía más de un centenar de informes al año y que, naturalmente, ella no se los leía todos.
Ávila fue otro de los actuales consejeros que ocupó responsabilidades en la Consejería de Economía en el periodo de los ERE, en concreto la Secretaría General Técnica. Y si se recuerda que la jueza Alaya ha imputado al actual viceconsejero de Presidencia, Antonio Lozano, que ocupó el puesto de director general de Presupuestos en la misma consejería, no es improbable que también acabe imputado, según precisa andalucesdiario.es.
Otros nombres que podrían no seguir más allá de la próxima crisis de gobierno serían los de Luís Planas, consejero de Agricultura, y Mar Moreno, titular de Educación.
Planas fue adversario de Díaz en el proceso para las elecciones primarias, aunque no consiguió el número de avales necesarios para concurrir. Pero a nadie se le escapa que fue muy crítico con su compañera, antes y durante el citado proceso.
Y aunque Moreno apoyó la candidatura de Díaz en las primarias, diversas fuentes apuntan que la sucesora de Griñán habría aceptado destituir a la consejera de Educación a cambio del apoyo de la dirección del PSOE de Jaén, de donde procede la misma.
Mientras tanto, en el capítulo de incorporaciones, algunos dan como muy probable el regreso a la Junta de la ex consejera de Bienestar Social, la jiennense Micaela Navarro, y de la diputada y secretaria de Política Institucional del PSOE, Verónica Pérez, muy vinculada a Díaz.
Dada la cercanía de Pérez con la nueva presidenta, no sería de extrañar su nombramiento para un cargo de alta responsabilidad en el nuevo gabinete.
