Se ha hecho cargo del equipo siendo consciente de las dificultades que entraña la situación, a dos puntos de los puestos de descenso. De ahí que Espina espere que el club haga un esfuerzo para reforzar un tanto la plantilla con vistas a salvar la categoría, único objetivo del club de la Puerta de España para la presente temporada.
Espina, curtido en mil batallas, afronta el reto con la misma ilusión que siempre, pensando en positivo y creyendo firmemente en sacar lo mejor de un plantel que ahora mismo tiene la moral por los suelos.
Con respecto a la dimisión de Domingo Serrano, la junta directiva ya estaba dividida con respecto a su continuidad. La sanción que arrastraba de la pasada temporada, unida a la que le cayó recientemente, impulsó a más de uno a pedir su cese. Sin embargo, tanto el presidente como el director deportivo le mantuvieron, aunque nunca acabó de convencer del todo.
De esta forma, el Ayamonte comienza una nueva etapa con Espina al frente y se espera que la reacción sea fulminante antes de que la cuestión sea irreversible.
