Las calles de Palos de la Frontera se quedaron pequeñas ante el masivo flujo de vecinos y visitantes para contemplar ‘in situ’ el desfile de la Cabalgata de los Reyes Magos, desde la que fueron lanzados miles de kilos de caramelos y juguetes.
La comitiva real llevó la magia y la ilusión a todos los rincones de la localidad y se desarrolló con total normalidad.