Decenas de pesqueros del Golfo de Cádiz están amarrados a puerto después de que parte del sector de la chirla haya decidido no salir de momento a faenar por la escasa o nula rentabilidad de la actividad.
Y es que, la pasada semana el precio del molusco cayó hasta los 1,4 euros, lo que hace inviable su captura y comercialización según el sector, que fija en los 3 euros la cuantía mínima para que sea rentable.
Después de diversas movilizaciones y peticiones tanto a la Junta como al Gobierno central, el sector parece haberse resignado y, en muchos casos, el amarre del barco ha sido la decisión adoptada por parte de algunos armadores.
Precisamente, esta situación llega días después de que una delegación del sector pesquero del Golfo de Cádiz se reuniese con el secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Carlos Domínguez, para trasladar al gobierno, entre otras cuestiones, la preocupación por la reforma de la Política Pesquera Común (PPC).
Durante el encuentro trataron los planes de gestión del Golfo de Cádiz para el arrastre, cerco, artes menores y la chirla, punto en el que han pedido soluciones al problema actual de la chirla de la mano del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
De igual manera, el sector llamó la atención sobre el precio del combustible que está haciendo que unos 20 barcos de arrastre no salgan a faenar por el coste que esto supone, y para lo que han pedido ayudas de mínimos y rebajas.
