La decisión de Javier Arenas de no aspirar a la reelección como presidente del PP andaluz, tras más de dos décadas al frente del cargo, abrirá un intenso debate en esta formación a un mes de la celebración del próximo congreso regional, que tendrá lugar entre los días 13 y 15 del próximo mes de julio.
En círculos próximos al PP, se da por seguro que el presidente del Gobierno Marinao Rajoy le encomiende algún cometido tanto a Arenas como al hasta ahora secretario general de los populares andaluces, Antonio Sanz.
Es más, algunos consideran que Arenas podría ser muy útil para intentar frenar el enorme desgaste que está sufriendo el Gobierno central debido, sobre todo, a las reformas puestas en marcha dentro de la situación de crisis actual que padece la sociedad española.
De hecho, el congreso del PP estaba previsto para el próximo mes de septiembre y se ha adelantado dos meses, lo que podría deberse al nuevo cometido que se le encomendaría a Arenas.
Arenas, ha decidido delegar la coordinación de la política del partido hasta el próximo cónclave, en la figura del vicepresidente del PP-A y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, con el objetivo de no «intervenir en las decisiones de futuro» de la formación.
Aunque suenan varios nombres para ocupar la presidencia de los populares andaluces, existe un total hermetismo hasta la fecha sobre la persona que podría contar con el máximo nivel de apoyos.
Desde el PP de Huelva se ha elogiado la figura de Arenas y se le ha agradecido el esfuerzo hecho al frente de la formación, que según algunos destacados dirigentes, modernizó en Andalucía.
Quienes no opinan así son representantes de otras formaciones políticas, para las que Arenas ya no era bien visto en su propio partido después de no alcanzar la mayoría absoluta en las pasadas elecciones autonómicas. Es la opinión, por ejemplo, del vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, quien asegura que “ya no lo querían” en el PP.
Rajoy podría tener ya decidido un nuevo cometido para Arenas en Madrid
