El campanario de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Cartaya presenta, desde hoy, un nuevo aspecto. Del mismo han desaparecido los cuatro nidos de cigüeñas que han caracterizado durante años su imagen y que han sido retirados esta misma mañana por un grupo de operarios que han utilizado para ello una grúa de 14 metros de longitud. La operación, que se ha prolongado durante toda la mañana y que ha obligado a cortar el tráfico de la calle Tras Campanas, ha levantado gran expectación entre los cartayeros que a esa hora circulaban por el centro de la localidad y que en muchos casos miraban con nostalgia la retirada de uno de los elementos que históricamente ha caracterizado al edificio.
El cura párroco de Cartaya, Manuel Domínguez Lepe, explicaba al respecto que “además de por la seguridad de los propios viandantes”, ya que algunos de los nidos habían alcanzado una gran dimensión, la retirada de los mismos se debe a que “damos inicio así a la primera fase del proyecto de limpieza y acondicionamiento del campanario de la iglesia, que ha sufrido un deterioro importante con el paso de los años”.
Domínguez Lepe, que agradeció la colaboración del Área de Seguridad Ciudadana del Consistorio, explicó que en primer lugar se está procediendo a la retirada de los nidos, “después de obtener todos los permisos pertinentes”, para luego proceder en una segunda fase, a la retirada de las campanas. Estas, asegura el párroco “no se han restaurado desde hace mucho tiempo y hemos detectado que se encuentran en mal estado los yugos de madera que las sostienen”. Se trata de cuatro campanas de las cuales, tres datan de 1.800 y una cuarta de 1950. Además, se da la circunstancia de que “una de ellas, la más reciente, se encuentra dañada presumiblemente por la acción de un rayo”.
El proyecto de limpieza y restauración del campanario de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, que se empezó a construir en 1575, concluyéndose en 1606, tiene un presupuesto superior a los 100.000 euros, que acometerá la parroquia. Los trabajos comprenden, por tanto, varias fases más que se ejecutarán ya en 2.012, entre las que se incluyen también la limpieza del tejado y mejoras en la electricidad.
La retirada de los nidos supone, por tanto el inicio, aunque, como explica Domínguez Lepe, “que nadie se preocupe que tan pronto como se ejecuten los trabajos, los expertos aseguran que las cigüeñas volverán a instalarse en la que históricamente ha sido su casa”
