Partido de altos vuelos en Heliópolis, en la ciudad deportiva del Betis, donde van a comparecer el filial verdiblanco, tercero en la tabla con 13 puntos y el San Roque de Lepe, séptimo con dos puntos menos. Como ven, son cuatro puestos de distancia pero apenas un suspiro. De hecho, en caso de victoria aurinegra, el equipo de Tevenet dejaría en nada a todos los elogios béticos. El conjunto de Vidakovic está siendo la revelación y su fútbol enamora, mientras que el San Roque ha tenido luces y sombras, sobre todo en casa.
La pasada temporada el cuadro lepero venció por cero a uno con gol de Pereira. Ni el San Roque es el mismo ni el Betis B tampoco, por lo que pensaremos en una historia diferente. Eso sí, siempre sufrió el San Roque en Sevilla y nadie dice que este año vaya a ser diferente.
Tevenet recupera a Jesús Rubio y eso es un enorme alivio. Al menos ya sabemos que habrá luz. La duda radica en Urko Arroyo. Su maltrecho tobillo tiene al personal en ascuas y, aunque esté disponible, se duda que le arriesgue Tevenet con lo que está por llegar, incluida la Copa.
Por si el partido no se vistiera solo, apuntar que se miden en los banquillos un sevillista de toda la vida con un bético empedernido. Tanevet pisará territorio comanche, dicha la expresión sólo en el término futbolístico. Vidakovic es poco menos que Dios en Heliópolis. Así pues, no sólo juegan dos equipos, juega también una rivalidad histórica.
