Ocho jornadas restan para el final de la temporada en Segunda B y el San Roque de Lepe, además de sus aficionados, ya hacen números con respecto a la posibilidad de confirmar el sueño de la fase de ascenso a Segunda, algo que en caso de conseguirse, sería un hito histórico.
Para empezar, el conjunto aurinegro se mide al Alcalá, en puestos de descenso, por lo que el San Roque parte como favorito, pero hay que tener en cuenta las urgencias del rival, lo que determina que el choque tendrá tensión y adrenalina en grado extremo. A la semana siguiente, el San Roque recibe al actual líder, el Murcia, en lo que será el partidazo de esa jornada. Almería B, fuera; Yeclano en casa; Estepona a domicilio; Betis en el Municipal; El Ejido en tierras almerienses y Ceuta en casa, componen el resto de las jornadas.
Como ven, de los ocho partidos que restan, seis rivales del cuadro aurinegro están luchando por no descender, mientras que Murcia y Ceuta son enemigos directos por el sueño del ascenso. En teoría, el calendario le favorece, siempre y cuando el equipo de Lobera no baje el ritmo ante adversarios que se dejarán el alma para no perder la categoría.
A dos meses justos para el final, queda claro que la Liga está al rojo vivo tanto por arriba como por abajo. Por lo pronto, el San Roque depende de sí mismo para lograr la hazaña, ya que es tercero con 55 puntos, cinco más que Cádiz, que es cuarto, y cinco sobre el Melilla, que es quinto. A eso hay que sumar que el equipo de Lobera se lleva, ante ambos, el gol averaje, por lo que en caso de empate, saldría claramente beneficiado.
