El dos a cero final del San Roque ante el Jaén fue la consecuencia de bailarse el mejor partido en lo que va de temporada, incluyendo Liga y Copa. Y eso que los inicios no fueron nada esperanzadores para el conjunto de Tevenet, que lo pasó mal en un par de lances del conjunto jiennense en ataque, remate al palo incluido. Pero todo asomó desde el principio como más seguro, sobre todo por parte de la defensa, excelsa todo el tiempo, y eso dio para la esperanza, que se confirmó verde en el transcurso de la segunda parte.
El San Roque tenía el reto de sumar el primer triunfo al amparo de su campo y el asunto no era fácil. Comparecía el Jaén, invicto y embalado, y de ahí la incertidumbre, sobre todo porque al San Roque le faltaba asentarse, saber madurar los partidos. Y lo cierto es que saltó al campo con la mente en la finura, totalmente concienciado, lo que le dio para mandar, pero sin profundidad ni remate. Así que la primera parte fue del Jaén aunque no dominara el juego, pero sí las ocasiones.
Todo cambió en la segunda mitad, en la que el conjunto aurinegro salió abriendo líneas, descuadró al Jaén y a los ocho minutos de la reanudación llegó el tanto de Jesús Rubio, de largo lo mejor del partido con Albentosa. Centro de Chapi y remate en plancha del media punta. Fue la consecuencia de un jugada de libro para satisfacción de todos, incluido el entrenador.
El gol hizo desaparecer del mapa al Jaén, que ya nunca más fue el mismo. Es más, el San Roque se gustaba y dentro de esa vorágine llegó el segundo, obra de Berrocal, que se lo merecía. Descuadre defensivo de los visitantes, agarra la pelota el ariete y de tiro cruzado, su especialidad, enchufó el dos a cero para delirio de la grada. De ahí hasta el final, más ocasiones para el San Roque con el Jaén persiguiendo sombras. Por cierto, jugó Vidal y el excapitán del San Roque fue recibido con una clamorosa ovación. No se merecía menos.
Así pues, victoria y crecimiento. Esta vez el conjunto de Tevenet no pareció bisoño ni le temblaron las piernas. Esta vez fue el San Roque que enamoró el día del Recre. Y ese es el camino.
