Han pasado casi 48 horas, pero el eco del golazo de Aitor García ante el Alcorcón sigue presente. El joven jugador del Cádiz consiguió certificar la remontada de su equipo nada más saltar al terreno de juego con una jugada que ha recorrido todas las televisiones del país, las redes sociales y los medios digitales. Una acción que, además, ha situado a Gibraleón en el mapa futbolístico.
No es la primera vez que el olontense anota un tanto de tal envergadura. En Cádiz ya estaban avisados desde el pasado curso, pues Aitor dejó sus credenciales con la camiseta del Mérida anotando un gol prácticamente similar que dio la victoria a su equipo en el Ramón de Carranza.
En aquella ocasión, el gol apenas fue más allá de los resúmenes de la jornada en Segunda B. Sin embargo, en este caso ha sido distinto. Han pasado solo siete meses entre uno y otro gol, pero el anotado al equipo madrileño el pasado domingo ha golpeado con fuerza en las redacciones deportivas de todos los medios de comunicación. La gran repercusión que siempre ha tenido el Cádiz, acompañada del bonito gesto del olontense tras el partido con un paisano suyo enfermo de leucemia, han formado el cóctel perfecto para que en los buscadores de internet mucha gente haya tecleado en los últimos dos días la palabra “Gibraleón”.
El mundo del fútbol profesional comienza a saber que en un pueblo muy cercano a Huelva nació un joven que está haciendo disfrutar a la afición cadista; en Gibraleón, en cambio, se frotan las manos porque son conscientes de que Aitor tiene mucho que enseñar aún.
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