Hay que estar en los buenos momentos, pero sobre todo, en los malos. Esta temporada ese dicho se lo ha marcado a fuego varios jugadores aurinegros, como es el caso de Siles, Fran Lepe o Juan Carlos Camacho entre otros. Futbolistas que no se esconden de los medios y no tiran balones fuera cuando la corriente no es propicia. Durante la noche de hoy, Juan Carlos Camacho, uno de los capitanes del CD San Roque de Lepe analizó la situación directa del club de manera precisa y concisa, estilo muy similar a su juego en el campo.
El San Roque de Lepe actualmente no esta teniendo claridad anotadora, siete goles en los últimos once choques. Sobre esta situación, Camacho tiene su propio análisis, y es que para anotar hay que crear: “no se puede decir que estemos negados de cara a gol, sino que no llegamos a puerta. No creamos ocasiones más allá de los balones aéreos o que nos caiga algún rechace”.
Está dificultad va directamente relacionada con el objetivo real de este año, salvar la categoría. A tres del descenso y con rivales de entidad por delante (Xerez, Cádiz B y Los Barrios), el capitán lepero no es optimista: “yo pienso con el corazón que el San Roque de Lepe no puede bajar de categoría. Pero si hablo con lo que ven mis ojos día tras día tengo que ser sincero, no veo la luz en ningún momento donde podamos salvarnos. No veo la capacidad ahora mismo para ganar un partido”. A pesar de ello, desea con toda su alma equivocarse: “quizás esta semana salimos y le metemos cuatro al Xerez y me callan la boca, ojalá sea así y me tenga que poner un esparadrapo en la boca durante los dos meses que quedan y ganemos cinco o seis partidos y estemos todos contentos”.
Por otro lado, es de todos conocidos que hay una cierta división en el vestuario, con jugadores que juegan por decreto, otros que no rascan bola y numerosas diferentes órdenes desde el banquillo: “la situación no es nada fácil dentro del vestuario, si es verdad que hay muchas caras nuevas, que se han hecho muchos cambios, pero ahora mismo falta algo (…). Es verdad que no somos una piña. No hay mal entendidos en el vestuario, no nos faltamos el respeto, pero siendo sinceros, cuerpo técnico y jugadores, jugadores y cuerpo técnico no están al cien por cien y hay que ser sinceros. Tenemos que ver la realidad y hay que afrontarla como se pueda”.
