Ayer por la tarde, Cartaya se vistió con sus mejores galas flamencas para su tradicional ofrenda de flores a San Isidro. Pasados unos minutos de las 8 de la tarde de ayer, las puertas de la Iglesia San Pedro Apóstol se abrieron para que los costaleros pudieran trasladar el paso de San Isidro desde dicha parroquia hasta el templete de la Plaza Redonda, donde recibió la ofrenda.
Los primeros en obsequiar con flores a San Isidro fueron los miembros de la junta de gobierno de su hermandad, con la presidenta, Consolación Pereles, al frente. A estos les siguieron el Hermano Mayor, Manuel Pereira, y el pregonero, Gaspar Rivera, cada uno con sus respectivas familias. A esta ofrenda tampoco faltó, por supuesto, el equipo de gobierno, encabezado por la alcaldesa, Pepa González Bayo, quien habló del origen de la romería.Llamó la atención fue el color escogido para adornar el paso de San Isidro: el azul, un color algo inusual en este tipo de situaciones.
La ofrenda siguió con un número incalculable de cartayeros y cartayeras que quisieron llevar flores a San Isidro. La mayoría lo hicieron a pie, pero también hubo un gran número de romeros que se acercaron a caballo y en distintos carruajes. La última manola desfiló por la calle San Pedro cuando faltaban 5 minutos para las 12 de la noche. Después, San Isidro volvió a la parroquia a hombros de los costaleros, esperando a que llegue la hora de volver a salir para hacer el camino de la romería con su pueblo.
