Pasear por la arena o darse un baño en el mar es muy complicado, incluso imposible, para muchas personas, por eso nació hace 21 años el programa ‘Un baño sin barreras’, que este año ha regresado y se ha adaptado a las exigencias de seguridad y protección provocadas por la crisis sanitaria del COVID19.
El dispositivo de voluntariado procede de distintas áreas asistenciales de Cruz Roja Huelva: desde técnicos sanitarios a socorristas acuáticos, pasando por educadores sociales, hasta conductores de vehículos adaptados, de vehículos de apoyo y voluntariado de acompañamiento.
El programa cuenta con varios vehículos adaptados, entre ellos cinco anfi-buggy o carritos anfibio, indispensables para que las personas con problemas de movilidad puedan bañarse en la playa del Caño de la Culata, en Cartaya, donde Cruz Roja instala además dos carpas junto al Puesto de Socorro.
En lo que va de mes de julio y durante todo el mes de agosto, de martes a viernes entre las 10:00 y las 14:00, se ofrece este programa, que además incluye animación con paseos por la orilla del mar, charlas, talleres, juegos y otras actividades lúdicas que ayudan a normalizar la vida de las personas con discapacidad. Para hacerlo posible, los voluntarios prestan un servicio integral, que incluye la recogida en su domicilio o en la sede de las asociaciones adscritas, tanto a los usuarios como a sus acompañantes, y el transporte hasta la playa, donde les ayudan a bañarse, al tiempo que hacen posible que pasen una jornada de convivencia y diversión.