El primer gran derbi de la temporada en Segunda RFEF llegaba muy pronto en el calendario, eso sí, el ambiente de fútbol en el Ciudad de Lepe ha sido inmejorables con más de 3000 almas ocupando las gradas del estadio, entre aurinegros y albiazules.
El balón echó a rodar en una primera mitad donde no tardaría en llegar el primer y único tanto del encuentro tras el lanzamiento de una falta desde la izquierda que la zurda de Juanito colocó al fondo de la mallas, en el que dio la sensación de que Robador podría haber hecho algo más. Los primeros cuarenta y cinco minutos vinieron marcados por el dominio de un Decano muy sólido, ante un San Roque que no encontraba soluciones de cara a la portería rival, salvo algún que otro disparo lejano como el de Quezada en el ocaso de la primera parte.
Las tornas cambiarían en la segunda parte, donde el equipo de Juanma Pavón mostró un fútbol con más control del juego, donde la medular aurinegra cobró mayor protagonismo. La introducción de futbolistas como Charaf y Pablo González insuflaron un golpe de oxígeno en el ataque sanrroquista para poner contra las cuerdas al Recre en más de una ocasión. El partido terminaba con el Decano arriba en el marcador y la sensación de que quizá lo más justo hubiese sido el empate, sobre todo después de los buenos segundos cuarenta y cinco minutos del cuadro aurinegro.
Dejando a un lado la polémica arbitral y los momentos de máxima tensión durante el desarrollo de un partido de altas revoluciones, lo que queda por encima de todo en este ‘súperderbi’ es el gran ambiente vivido por las dos aficiones en las gradas del Ciudad, que dieron ejemplo de hermanamiento, en todo momento, para disfrutar y hacer disfrutar de la fiesta del fútbol.
Foto: Alberto Díaz
