El conjunto de Alcalá de Guadaíra no da ninguna veracidad a los comentarios hechos por la entidad isleña en referencia a los insultos racistas que sufrió «Laye» por parte de su afición. La principal baza que utilizan los sevillanos a la hora de defenderse de las acusaciones es la inexistencia de pruebas y la nula redacción de algún comentario escrito en el acta por parte del colegiado del encuentro sobre el incidente.