El Recreativo juega este sábado un partido de Segunda División B después de 17 años fuera de la categoría de bronce. La cita es en el Nuevo Colombino a las 20.00 horas y el rival es el Cádiz, el campeón del grupo IV de la pasada temporada y, como los albiazules, y uno de los aspirantes a volver a la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
El sorteo del calendario deparó un plato muy fuerte para empezar. El Decano ha jugado cuatro de estas 17 temporadas en Primera y el Cádiz, que también pasó por la máxima categoría durante este periodo, es un eterno candidato a actualizar su categoría.
El partido pone frente a frente la incertidumbre del Recre, que ha realizado en los últimos 10 días la mayoría de sus contrataciones, y la estabilidad emocional del Cádiz. Los amarillos tienen que volver a empezar y aunque su plantilla también se ha renovado sigue en el ambiente el fracaso del pasado junio en la fase de ascenso.
Ernesto Cornejo, Diego Jiménez y Dani Molina son las primeras bajas para José Dominguez en la competición oficial. Mario Marín está fuera del último parte médico, aunque apenas ha hecho pretemporada. El entrenador luso del Recreativo, no obstante, tiene profundidad de banquillo porque solo le falta un delantero para completar la plantilla. Miguelito, a prueba con el San Roque en julio, tendrá ficha con el primer equipo.
La tendrá él y otros 21 jugadores gracias a que el club onubense acaba de recuperar los derechos federativos que perdió en la pasada campaña. El Recreativo inicia el ejercicio con la carga de unos problemas económicos e institucionales que siguen vigentes, parcheados pero sin resolver.
El Cádiz llega a Huelva sin Andrés Sánchez pero con Wilson Cuero y Juanjo, que han tenido problemas durante la semana. El primero, ex del San Roque, mantiene de momento en el banquillo al internacional Güiza, antiguo jugador del Decano. Unos 1.000 aficionados al equipo cadista pueden estar en las gradas y el duelo de aficiones está servido. El apoyo al Recre en cifras es una incógnita tras el descenso.
