Juanito se la juega este sábado como entrenador del San Roque. A partir de las 16.00 horas y en la ciudad deportiva ‘Luis del Sol’ se juega el margen de confianza que le han dado los dirigentes aurinegros.
La visita al Betis B es una final para el técnico gaditano y para el conjunto lepero en su intención de evitar caer en puestos de descenso directo.. El filial bético es penúltimo en la clasificación. Es, por lo tanto, un rival directo del San Roque como lo fue el Melilla la semana pasada y lo será el Linares la siguiente. Una derrota en Sevilla, sin embargo, podría provocar el relevo en el banquillo.
Los aurinegros llegan a Sevilla después de cuatro derrotas seguidas y con muy malas sensaciones tantos en ataque como en defensa.
El Betis B, por su partre, estrena entrenador contra el San Roque. José Juan Romero, hasta ahora en el Gerena de Tercera División, se ha hecho cargo del equipo en los días previos al enfrentamiento con el conjunto lepero. José Juan Romero sustituye a Gustavo Sánchez, que se había puesto al frente del filial bético cuando Juan Merino saltó al primer equipo sevillano.
Romero conoce al San Roque desde la pretemporada. El Gerena fue el último invitado al Trofeo La Bella. Fue un partido accidentado porque fue suspendido en el minuto 71 por enfrentamientos entre el árbitro y la expedición sevillana y entre un equipo y otro. Tanto Romero como Juanito intervinieron de forma acalorada en la discusión. El destino provoca que ahora el entrenador del San Roque se juegue su puesto ante un técnico que se estrena en su cargo.
La coyuntura es muy mala para ambos. El Betis B está en puestos de descenso a siete puntos de la zona de salvación y el San Roque encadena cuatro derrotas seguidas. Los aurinegros se agarran a su estadística ante los filiales para creer en el triunfo. Después de cinco duelos con segundos equipos desconoce la derrota. Empató contra el propio filial bético en la primera vuelta e hizo lo mismo dos veces con el Granada B y otra con el Sevilla Atlético. Además, ganó al Almería B.
Otra de las bazas del conjunto lepero es la debilidad del Betis B en su campo. Es el peor local del grupo IV de la Segunda División B. Lleva tres partidos sin marcar ante sus aficionados. Estos números alientan a los aurinegros al mismo tiempo que suponen una presión añadida.
