Como cada año, la iglesia de las Angustias fue testigo este domingo del cariño que Ayamonte profesa a la Virgen de las Angustias, su Patrona y Alcaldesa Perpetua. Así se puso de manifiesto durante la solemne bajada de la imagen desde su camarín, que ofició el obispo de la Diócesis onubense, José Vilaplana.
Se trata del pórtico de las fiestas patronales, que tendrán lugar durante los primeros días del próximo mes de septiembre. Tras la bajada, el siguiente acto será la solemne novena. Después llegarán los cultos más multitudinarios, la ofrenda de flores, la solemne función eucarística y la procesión.
A lo largo de la bajada se vivieron escenas de incontenida emoción. Además de los vivas que lanzaron muchos de los asistentes, en los ojos de otros podían apreciarse lágrimas debido a la intensidad de lo que estaban viviendo.
En el acto también estuvo presente el alcalde ayamontino, Antonio Rodríguez Castillo, quien destacó el masivo flujo de fieles para estar cerca de la Virgen de las Angustias durante este intenso acto.
Tras la bajada, la Señora procesionó por el interior del templo. Los cientos de asistentes tuvieron la oportunidad después de participar en un besamanos.
El presidente de la Hermandad de las Angustias, José Manuel Martín Frigolet, se mostró satisfecho de la asistencia a este acto.
Junto a los ayamontinos, numerosos turistas o residentes ocasionales en la localidad o en sus playas estuvieron presentes en esta bajada. Son personas, según coincidieron al señalar, que desde un principio se vieron seducidos por la solemnidad de los actos y cultos que tienen que ver con la Virgen de las Angustias.
