La localidad de Gibraleón ha acompañado este sábado a San Isidro Labrador hasta su ermita del recinto romero con el ruego de que interceda para que, por fin, lleguen las ansiadas lluvias debido al estrés hídrico que padece actualmente el campo.
A las doce de la mañana, el repique de campanas anunciaba el inicio del traslado del Patrón de los agricultores, que pasó por las iglesias de Santiago y el Carmen y el monolito de la Virgen del Rocío, donde hubo ofrendas de flores.
La alcaldesa de la localidad, Lourdes Martín, destacó la participación y la animación en el traslado del santo y tuvo palabras de recuerdo para el olontense Francisco Tercero, fallecido días atrás.
Por su lado, el presidente de la junta gestora, Antonio Durán, volvió a asegurar que Gibraleón no iba a dejar solo a San Isidro pese a que no se presentase ninguna candidatura para elegir una nueva junta directiva de la Hermandad.
Mientras tanto, los integrantes de la peña La Espiga ya han comenzado a ejercer como hermanos mayores. Uno de ellos, Antonio Rodríguez, mostró sus deseos de que San Isidro interceda para que llegue la lluvia.
Rodríguez, también presidente de la cooperativa Nuestra Señora de la Oliva, que produce el aceite Oleodiel, lamentó que la falta de lluvia ha provocado una reducción de la campaña aceitunera.
Antes de abandonar el casco urbano, tuvo lugar un refrigerio, y una vez en el recinto romero, los peregrinos participaron de una jornada de convivencia.
