La parroquia de San Juan de Gibraleón ha sido escenario de la eucaristía en honor de la Patrona de la localidad, Santa Ana, en una jornada en la que, debido al protocolo sanitario para evitar casos de coronavirus, no se celebró la tradicional procesión por las calles de la localidad.
Con el aforo que permite la situación actual, la iglesia fe testigo del cariño que Gibraleón siente hacia la madre de la Virgen María, una santa que tiene su propia barriada en el municipio y que años atrás incluso contaba con verbenas populares.
La alcaldesa de la localidad, Lourdes Martín, no quiso faltar a la cita, que este año se ve envuelta en las circunstancias que ha provocado la pandemia del coronavirus.
También el párroco, Antonio Cepeda, destacó la preocupación por el hecho de que se le está retando importancia a los mayores, a la sabiduría, y recordó lo afirmado por el Papa Francisco ante esta realidad. Una sociedad que no cuenta con sus mayores está abocada al fracaso y a no tener futuro. De igual modo, destacó el hecho de que la pandemia también este afectando a los actos y cultos en el municipio.
El párroco destacó que Lope de Vega denominó a Santana Ana como “la madre de la mejor”, en alusión a la Virgen María.
