La Hermandad del Rocío de Gibraleón ya se encuentra surcando los caminos que le llevarán a postrarse a los pies de la Blanca Paloma.
Tras la tradicional misa de romeros en la plaza de España, la comitiva rociera ha recorrido diversas calles de la localidad para abandonar la misma en medio de una mañana de fiesta.
Antes, los rocieros se han despedido del Cristo de la Sangre y, a lo largo de su recorrido por el municipio, han podido escuchar continuos vivas y salves, una de ellas en las voces de alumnos pequeños de la localidad.
Un total de nueve filiales onubenses inician este miércoles su camino hacia El Rocío.