El entrenador cartayero está pasando un momento de lo más complicado. Querido por todos los amantes al balompié de la provincia de Huelva (y fuera de ella), Palma se encuentra ingresado en un hospital de la capital onubense tras haberse topado con el que seguro será el rival más difícil al que se ha medido hasta el día de hoy: un infarto.
Durante la mañana del pasado lunes, cuando la Virgen de las Angustias acogía la ofrenda de flores del plantel rojinegro, llegó el fatídico susto. El envite fue duro, pero Palma tiró de experiencia, táctica y un buen banquillo de médicos para ganar el envite por goleada, y es que: ¡a `cabezón´ y juego no hay quién le gane a este entrenador de voz ronca y grave!
Más allá de una recuperación que ya se encuentra en curso, todos los amantes al fútbol de la provincia se despertaron estos últimos días con el corazón encogido. Juan, con el superpoder de ver diez partidos de fútbol de categorías insospechadas a la vez todos los días, es sin temor a equivocarnos uno de los profesionales del fútbol de nuestra Huelva al que más amor y cariño se le tiene.
Que nadie tema ni dude por la vuelta a los banquillos de un Juan Palma que tiene, como mínimo, que dejar a su Ayamonte CF en División de Honor. Todo la fuerza del mundo desde un medio de comunicación al que es asiduo y que le procesa un especial cariño.
