La ermita de Consolación de Cartaya acogió en la tarde de ayer una misa en Dulce Nombre de Jesús con un besapiés, promovida por la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación. El objetivo principal ha sido, un año más, acercar a los más pequeños de la casa al niño Jesús y a la Virgen.
Al término de este acto tan significativo, la Hermandad de Consolación de Cartaya ofreció una merienda: chocolate caliente, café y dulces típicos artesanales. Y también contó con la presencia del cartero real, que recogió cartas destinadas a los Reyes Magos y regaló caramelos a los niños y niñas.
Carmen Romero, Hermana Mayor de la Hermandad de Consolación, se mostró contenta con lo acontecido.
Por su parte, el secretario segundo de la Hermandad Gonzalo Navarro, reconoció lo más satisfactorio de la tarde.
La tarde permitió a todos los presentes disfrutar del buen ambiente y, por supuesto, mostrar la devoción a esta titular tan importante en el municipio cartayero.
