Portugal vuelve esta noche al confinamiento total de marzo y abril, tras lo anunciado por el primer ministro Antonio Costa, quien decretó el cierre de todo el comercio no esencial y la hostelería, además de la orden de permanecer en casa. Ante este anuncio, y tal y como ocurrió en el mes de marzo, hasta última hora, el goteo de portugueses ha sido constante en las gasolineras de la frontera con Ayamonte para adquirir carburante para sus vehículos.
Además de carburante, debido a la ola de frío que sufre toda la Península, ha aumentado también la venta de butano en las gasolineras, que ha sido un gran reclamo para los vecinos portugueses, «cuyo gas es considerablemente más caro», tal y como ha destacado Juan Carlos Concepción, propietario de la gasolinera BTP (Ayamonte). Con el confinamiento luso, las gasolineras se preparan también para una caída de las ventas.
El país vecino se prepara en las últimas horas antes del confinamiento total, que dejará consecuencias económicas notables en nuestra provincia.
